El ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, ha reconocido públicamente su adicción al alcohol y las drogas, describiéndola como una enfermedad que ha afectado 27 de sus 57 años de vida. En una entrevista con la revista Cambio, Benedetti expresó:
“Yo no quiero ser drogadicto. O sea, no quisiera ser adicto, y lo soy. Es una enfermedad.”
Benedetti relató que su primer proceso de rehabilitación fue en 1995, lo que le permitió mantenerse sobrio durante 14 años. Sin embargo, sufrió una recaída en 2008 o 2009 tras consumir accidentalmente vodka, creyendo que era soda. En octubre de 2024, inició un segundo proceso de rehabilitación en México, buscando un entorno más privado para su recuperación.
Durante la entrevista, el ministro también abordó cómo su adicción impactó negativamente en su vida familiar, provocando episodios de irritabilidad y distanciamiento. Reconoció haber sido infiel a su esposa, Adelina Guerrero, y atribuyó su reconciliación a los cambios positivos derivados de su rehabilitación.
Benedetti enfatizó que la adicción es una enfermedad y no un estigma, y que su recuperación ha mejorado significativamente su bienestar personal y sus relaciones familiares.
