La aldea de Xilinshui, ubicada en la provincia de Hebei, China, implementó una innovadora estrategia para promover el turismo local: creó un gigantesco código QR compuesto por 130,000 árboles de enebro chino. Este monumental diseño abarca una superficie de 6.7 hectáreas, con cada lado del código midiendo aproximadamente 227 metros.
El código QR es visible únicamente desde el aire, lo que lo convierte en una atracción única para quienes sobrevuelan la región. Al escanearlo, los usuarios son dirigidos a una cuenta gestionada por Haomeng Linshui Agriculture Technological Co. Ltd., que ofrece servicios de turismo agrícola y actividades de hostelería, promoviendo así el turismo local.
Esta iniciativa no solo ha captado la atención a nivel mundial por su creatividad, sino que también ha contribuido a la reforestación y mejora del medio ambiente en la región. Sin embargo, algunos usuarios de redes sociales han cuestionado la practicidad de escanear un código de tales dimensiones, dado que solo es posible desde una altura considerable.
El código QR gigante de Xilinshui es un ejemplo destacado de cómo la tecnología y la naturaleza pueden fusionarse para crear soluciones innovadoras en la promoción turística, demostrando que la creatividad no tiene límites cuando se trata de atraer visitantes y mejorar el entorno local.
