El puñetazo que rompió el Boom: la pelea entre Vargas Llosa y García Márquez

El puñetazo que rompió el Boom: la pelea entre Vargas Llosa y García Márquez

El 12 de febrero de 1976, en la Ciudad de México, un evento inesperado marcó el fin de una de las amistades más emblemáticas del “Boom Latinoamericano”: Mario Vargas Llosa propinó un puñetazo a Gabriel García Márquez, dejándolo con un ojo morado. Este incidente no solo fracturó su relación personal, sino que simbolizó la ruptura de una era dorada en la literatura hispanoamericana.

El Incidente

Durante la proyección del documental Odisea en los Andes, García Márquez se acercó a Vargas Llosa con los brazos abiertos, exclamando “Hermano”. Sin embargo, el peruano respondió con un golpe que dejó al colombiano en el suelo. Según testigos, Vargas Llosa le dijo: “Esto es por lo que le hiciste a Patricia”, refiriéndose a su esposa.

Las Teorías

Aunque ninguno de los escritores reveló públicamente la causa del altercado, diversas teorías han surgido:
• Conflictos personales: Se especula que García Márquez habría intervenido en la crisis matrimonial de Vargas Llosa, lo que generó tensiones entre ellos . 
• Diferencias ideológicas: Ambos escritores tomaron rumbos políticos distintos, lo que pudo haber contribuido al distanciamiento.

El Silencio

Ambos autores mantuvieron un pacto de silencio sobre el incidente. Vargas Llosa declaró en 2012: “Vamos a dejar sin responder esa pregunta. Es un acuerdo que tenemos García Márquez y yo. Vamos a dejar a nuestros biógrafos, si los merecemos, que investiguen la cuestión” . 

Consecuencias

La ruptura entre García Márquez y Vargas Llosa marcó el declive del “Boom Latinoamericano”, un movimiento que había unido a escritores como Julio Cortázar y Carlos Fuentes. A pesar de los intentos de reconciliación por parte de su agente literaria, Carmen Balcells, la amistad nunca se restableció . 

Este episodio sigue siendo uno de los más enigmáticos en la historia de la literatura, recordándonos que incluso las relaciones más sólidas pueden quebrarse por razones que, quizás, nunca conoceremos.

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