El expresidente Álvaro Uribe Vélez fue sentenciado en primera instancia a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, según fallo emitido por la jueza Sandra Liliana Heredia del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá.

Además de la pena, la sentencia incluye una multa equivalente a más de 3.400 millones de pesos (unos 822.000 USD) y una inhabilitación para ejercer cargos públicos por más de ocho años.

La decisión ordena el arresto domiciliario inmediato, condicionado al pago de una caución judicial, al tiempo que la defensa anunció que presentará apelación ante el Tribunal Superior de Bogotá, ampliando su estrategia legal al recurrir eventualmente ante la Corte Suprema.

La condena representa un hecho sin precedentes: Uribe se convierte en el primer expresidente colombiano penalmente condenado por un tribunal en primera instancia. El impacto político ha sido inmediato: su partido, Centro Democrático, califica el fallo como un caso de persecución política, mientras sectores de izquierda defienden la independencia judicial como base de la democracia.