En respuesta al incremento de ataques contra miembros de la Fuerza Pública en Colombia, especialmente por parte del Clan del Golfo bajo el denominado “plan pistola”, las autoridades han implementado medidas para proteger a los uniformados.
El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, anunció que los policías podrán portar sus armas de dotación incluso cuando estén fuera de servicio y llevarlas a sus hogares. Esta medida fue respaldada por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, y busca reforzar la seguridad de los uniformados ante las amenazas crecientes.
La autorización para portar armas fuera de servicio estará sujeta a protocolos establecidos por los comandantes de Policía de los departamentos afectados, incluyendo Córdoba, Bolívar, Antioquia, Magdalena, Nariño, Norte de Santander y Cauca. Estos protocolos buscan garantizar que los uniformados tengan una herramienta de defensa adecuada ante posibles ataques.
Además de la autorización para portar armas, el Ministerio de Defensa emitió una guía de autoprotección con recomendaciones como:
Vestir de civil fuera del servicio activo.
Evitar divulgar información personal en redes sociales.
Cambiar las rutinas de desplazamiento
Estas medidas buscan reducir la vulnerabilidad de los uniformados ante posibles ataques.
Estas acciones reflejan los esfuerzos de las autoridades colombianas para proteger a los miembros de la Fuerza Pública y garantizar su seguridad en medio de las amenazas actuales.
