La caída de Andrés Julián Rendón: impuestos y crisis de imagen

La caída de Andrés Julián Rendón: impuestos y crisis de imagen

El declive de Andrés Julián Rendón: una crisis de confianza en Antioquia

La reciente encuesta de Invamer ha puesto en evidencia lo que muchos en Antioquia ya sospechaban: la imagen del gobernador Andrés Julián Rendón se desploma, pasando del 68% al 61% de favorabilidad en pocos meses. Pero más allá de los números, este descenso refleja una realidad más compleja: una crisis de gobernabilidad, decisiones impopulares y una desconexión con las necesidades de la ciudadanía.

¿Por qué cae la imagen de Rendón?

1. Un gobernador que gobierna desde la imposición

Uno de los factores clave en su desplome es su insistencia en imponer impuestos sin lograr consenso. Su propuesta de una tasa especial de seguridad, cobrada a través de las facturas de servicios públicos, ha sido vista como un abuso más que como una solución. A pesar de la resistencia ciudadana, Rendón ha defendido la medida, lo que lo hace ver como un mandatario que no escucha ni negocia, sino que impone.

2. Peor imagen en la historia reciente

Si bien la política colombiana está acostumbrada a ver gobernantes con índices de desaprobación, lo preocupante es que Rendón tiene la peor imagen de un gobernador de Antioquia en los últimos cinco periodos. Incluso Aníbal Gaviria, quien enfrentó un proceso judicial en ejercicio del cargo, nunca registró una favorabilidad tan baja.

3. Choques políticos y falta de liderazgo

En lugar de articularse con otros líderes regionales, Rendón ha protagonizado peleas públicas, como su reciente enfrentamiento con el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, sobre el impuesto a la seguridad. Gutiérrez, con mayor popularidad, rechazó abiertamente la medida, dejando a Rendón en una posición débil y cada vez más aislada.

4. Promesas sin resultados

Más allá de los impuestos, los ciudadanos cuestionan si el gobernador ha logrado avances reales. Las promesas de mejorar la seguridad, la infraestructura y el empleo han quedado en el aire, mientras que el aumento en la carga tributaria es lo único que parece avanzar.

¿Qué sigue para Rendón?

Si el gobernador no cambia el rumbo, su gobierno podría terminar siendo recordado como uno de los más impopulares en Antioquia. Su estrategia de insistir en medidas impopulares, sin generar resultados visibles, está erosionando su credibilidad. En política, los errores cuestan caro, y si no logra recomponer su imagen, Rendón podría enfrentar un escenario de gobernabilidad cada vez más complicado.

Antioquia es un departamento con una tradición política fuerte y exigente. Sus ciudadanos no perdonan los errores y mucho menos el afán de imponer cargas económicas sin resultados claros. ¿Reaccionará Rendón a tiempo o su imagen seguirá en caída libre?