La cancelación del concierto de Shakira en Medellín, programado para el 24 de febrero de 2025, ha generado millonarias pérdidas económicas en la ciudad. El evento, que esperaba reunir a más de 45.000 asistentes, prometía un significativo impulso económico para sectores como el turismo, la hotelería, la gastronomía y el comercio local.

Según estimaciones previas, eventos de esta magnitud pueden generar movimientos económicos superiores a los 66.800 millones de pesos, considerando boletería agotada y la afluencia de espectadores por fecha. La cancelación no solo afecta a los fanáticos, sino también a cientos de empleos directos e indirectos relacionados con la logística, seguridad y servicios asociados al concierto.

La empresa promotora ha ofrecido reembolsos a quienes no puedan asistir a la nueva fecha, aún por confirmar. Sin embargo, la incertidumbre ha generado tensiones políticas y críticas hacia la organización del evento y la administración local.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de una planificación rigurosa y una comunicación efectiva en la realización de eventos de gran envergadura, para mitigar el impacto económico y social ante posibles contratiempos.