Durante su juventud, Julio César Turbay Ayala (presidente de Colombia entre 1978–1982) contrajo matrimonio en 1948 con Nydia Quintero, su sobrina: ella tenía apenas 16 años, mientras él contaba con 32, siendo la hija de su hermana Adhalía Turbay Ayala.

Este matrimonio, celebrado en la iglesia de Santa Teresita en Bogotá, generó un gran escándalo por incesto y edad, tanto en la sociedad como en la Iglesia Católica. A pesar de ello, la unión se mantuvo durante décadas y tuvo cuatro hijos, entre ellos Diana y Claudia Turbay —quienes alcanzaron renombre público—, y Julio César Turbay Quintero, futuro político.

En 1983, tras el fin del mandato presidencial, la pareja solicitó la nulidad eclesiástica alegando consanguinidad. El Papa Juan Pablo II anuló el matrimonio en 1986, ante la presión religiosa y pública. El caso sigue generando debate: en foros actuales, un usuario describe su sorpresa por la unión: “me perturbó que era su sobrina… se casaron cuando él tenía 32 y ella apenas 16”.

Este episodio marcó con polémica la vida privada de uno de los presidentes más recordados del siglo XX colombiano, poniendo en evidencia los contrastes entre poder, moral y tradición.